Estas minas de cobre, conocidas y explotadas al menos desde el siglo XIX, fueron objeto de un intenso laboreo entre 1973 y 1988. Aunque el patrimonio minero conservado no alcanza un excesivo valor, es interesante visitar el resultado de los trabajos desarrollados para recuperar los suelos y corregir la acidez de las aguas efluentes de los frentes en este sector minero abandonado. 

Historia

La Estadística Minera de España hace referencia por primera vez en 1876 a la expedición de títulos de propiedad de minas de pirita ferrocobriza en O Pino y Touro. Las investigaciones continuaron y en 1909 había varias concesiones de explotación, como las de The Coruña Copper Company Limited, de capital inglés y domicilio en Barcelona. Estas explotaciones, que continuaron al menos hasta 1919, se abandonaron por la escasa (por entonces) ley en cobre del mineral (0,8-1%). 
El avance de la tecnología minera cambia drásticamente el panorama y en 1966 la compañía Española de Minas de Río Tinto, S.A. retoma las investigaciones en Arinteiro y Bama, junto con Patiño Mining y RTZ. En 1970 la Compañía Española de Minas de Río Tinto, S.A. se fusiona con la Unión Española de Explosivos formándose Explosivos Río Tinto (ERT), que inicia la explotación de las minas en 1973. Los yacimientos de cobre continuarían su actividad hasta 1988, primero con titularidad de ERT y más tarde de Río Tinto Minera S.A.
Abandonada la explotación, en 1993 la zona pasa a titularidad de Explotaciones Gallegas, S.L., que actualmente extrae áridos en los frentes y escombreras del antiguo yacimiento. 
Ha habido intentos para reabrir la mina de cobre, que hasta el momento no han cristalizado. Se han realizado trabajos de restauración e investigaciones para el tratamiento de las aguas ácidas generadas en los antiguos frentes por la presencia abundante de sulfuros metálicos.
 

Yacimiento

Estas minas se sitúan en el Proterozoico - Paleozoico del Dominio de los Complejos Alóctonos de Galicia-Trás-os-Montes. El yacimiento de Arinteiro y Bama se caracteriza por una manifestación lenticular y arrosariada de anfibolitas (roca metamórfica compuesta en su mayor parte de minerales anfíboles), rodeadas de esquistos, que describe un arco bastante cerrado cuyos extremos apuntan al sur. La zona de Arinteiro se sitúa en el flanco este de este arco y la de Bama en el flanco oeste (IGME, 1977).
La mineralización es una diseminación de pirrotina, calcopirita y pirita en anfibolitas con granate (de los que pueden hallarse grandes cristales). Según la Xunta de Galicia (1991), la zona mineralizada de Bama - Arinteiro se extiende a lo largo de 10 kilómetros, con potencias de 20 a 80 metros; sus reservas supuestas son de 12 millones de toneladas con leyes del 0,7% de cobre para Arinteiro y de 20 millones con el 0,5% de cobre para Bama.

Laboreo

Hasta 1919, la explotación de mineral de cobre se realizaba en al menos dos explotaciones a cielo abierto y dos pequeñas galerías, probablemente de investigación. 
La explotación iniciada en 1973 por ERT se hizo a mucha mayor escala y a cielo abierto, en bancos descendentes con perforación y voladura. Se extraían de media 1,5 millones de toneladas anuales de mineral de cobre, de las que, tras su trituración, molienda y flotación, se obtenían unas 40.000 toneladas al año de concentrado con leyes del 20-22% de cobre, que se enviaba a Huelva para su refino, obteniéndose también algo de oro y plata.
La explotación oriental, denominada mina Arinteiro (O Cebreiro), está formada por un hueco al norte (Corta Vieiro) y otro al sur (Corta Arinteiro). Los huecos están inundados. La longitud total que definen estas cortas, alineadas aproximadamente N-S, es de 1.300 metros con hasta 300 de anchura y una profundidad superior a 75. La Corta Bama, situada más al Oeste, corresponde a una explotación a cielo abierto del tipo ladera, con 900 metros de largo por 600 de ancho y una altura de frente de hasta 80 metros. 
Arinteiro y Bama están separadas unos 1.900 metros, comunicándose mediante una pista sin asfaltar en buen estado, de acceso público y que pasa por una de las escombreras de la explotación de cobre, que como el resto de escombreras y balsas de lodos de la explotación de este mineral, se encuentran restauradas con pradería y arbolado.