Las minas de Laxe fueron explotadas desde antes de 1920 hasta 1982, adquiriendo especial importancia a raíz de la Segunda Guerra Mundial. En Galicia se han extraído, y aún se sigue haciendo, arcillas caoliníferas para usos cerámicos. Pero el caolín de Laxe destacaba por su excelente calidad, lo que permitía su uso tanto para cerámica fina como para carga en la industria del papel. Además, Laxe define uno de los tres tipos de yacimientos de caolín que existen en Galicia. El caolín “tipo Laxe” supone el 85 % del gallego. 

Historia

Aunque se trabajaba ya con anterioridad a 1920, no es hasta 1930 cuando aparece la explotación por la sociedad “Kaolines de Lage, S.L.” entre los asuntos tramitados por la Sección de Minas e Industrias Metalúrgicas, prolongándose la actividad hasta 1982.
Hasta 1930, no se disponía de lavadero y el caolín se enviaba por barco fundamentalmente a la fábrica de Loza de San Claudio en Asturias para usar sus instalaciones de lavado, así como para reenviarlo a la Papelera Española, en Pasajes (Guipúzcoa).
La empresa “Kaolines de Laxe, S.L.” se refundó en 1930, decidiéndose entonces la instalación de una planta de tratamiento en las inmediaciones, con objeto de evitar los costes que suponía el transporte de estériles (arenas y micas). Isidro Parga Pondal, natural de Laxe, se hizo cargo en 1938 de la dirección de esta empresa, llevando a cabo importantes investigaciones sobre los yacimientos gallegos, de ésta y otras sustancias, a través del Laboratorio Geológico de Lage, que creó en 1940 y cuya ubicación situó en la propia villa.
En 1944 se construyó un tranvía aéreo, de 4,6 kilómetros de recorrido, para mover el mineral desde el yacimiento “Don Basco”, donde se había trasladado la extracción hacia 1942, hasta la planta de tratamiento de Campo de Lago, en la playa de Laxe. En 1947 se aprobó la ampliación del muelle, ejecutándose las obras entre 1949 y 1950.
Durante mucho tiempo, la producción de caolín lavado fue de unos pocos miles de toneladas. Así, por ejemplo, en 1942, siendo la demanda inhabitualmente alta debido a las dificultades de abastecimiento que se dieron durante la Segunda Guerra Mundial, se produjeron 6.429 toneladas, empleando a 102 obreros. En 1966, la EME indica una producción de 15.000 toneladas, aunque producidas no solo en Laxe, sino también en Burela (Lugo). El IGME (1977) señala una producción de caolín lavado de 15.000 toneladas al año, en su mayor parte destinado a la industria papelera. Finalmente, problemas de comercialización provocaron en 1982 no solo el cierre de la mina de Laxe, sino también el de otras de caolín, como las de Santa Comba (A Coruña) o Burgos (IGME, 1984).
El tipo de caolín comercializado llegó a adquirir fama en el mercado, denominándose “tipo Laxe” al de primera calidad (Parga Pondal, 1950), nombre que aún sigue utilizándose para la tipología de yacimientos resultantes de la alteración hidrotermal y meteórica de granitoides de dos micas.
 

Yacimiento

Los yacimientos de caolín de Laxe se emplazan en granitos deformados de dos micas. En el primer yacimiento, situado en Finllido, en las afueras de Laxe y a pocos metros del mar, el caolín se formó por alteración del granito, atribuyéndole ya Mendizábal (1941) una génesis meteórica y un contenido en caolín del 25 %. Según Parga Pondal y colaboradores (1953), el segundo yacimiento, denominado “Don Basco”, se originó por la alteración de una masa de granito gnéisico de moscovita, por procesos hidrotermales, que produjeron la caolinización del feldespato potásico, que constituía el 30 % del granito La composición media que atribuyen los citados autores a este yacimiento es del 34 % de caolín, 15 % de mica y el 51 % de cuarzo.

Laboreo

Los dos yacimientos se explotaron a cielo abierto, mediante cortas que precisaban el bombeo del agua surgente en su interior. Desde el primer yacimiento, el material se transportaba al lavadero en vagonetas sobre vía de raíles de hierro. Para el transporte al lavadero desde el segundo yacimiento (“Don Basco”), situado unos 5 kilómetros al sur), se instaló un tranvía aéreo que se puso en funcionamiento en 1944. Este constaba de una estación de carga, una línea de torretas, una estación tensora, y una instalación de descarga.
De la estación de descarga, el material pasaba a una disgregadora de paletas, donde se emulsionaba con agua. Se separaban las arenas por tamizado y las micas por decantación usando canales de más de 500 metros. La barbotina obtenida pasaba a la instalación de depuración final y a grandes tanques de sedimentación.
Tras la decantación, se pasaba a la zona de secado. Para los caolines de uso cerámico se utilizaban estufas. En cambio, para la obtención de caolín para carga de papel, la lechada se pasaba por filtros prensa y las tortas obtenidas se terminaban de secar al aire. El caolín de segunda, empleado para la fabricación de sulfato de aluminio, también se secaba al aire. Se disponía por fin de un taller de pulverizado para abastecer a ciertas industrias con caolín seco y molido.
En las ortofotos aéreas antigua y reciente se aprecian los principales elementos de la planta de tratamiento.