El Ayuntamiento de Moeche organizó este verano un programa de georrutas con visitas a la antigua mina Piquito y a las canteras de toelo. La iniciativa, enmarcada en el proyecto Geoparque Cabo Ortegal, se desarrolla habitualmente en periodo estival y en Semana Santa. El geólogo D. Francisco Canosa fue el encargado de guiar a los participantes en esta actividad divulgativa de la riqueza geológica y minera de la zona.
Cerrada a finales de los años 60 del pasado siglo, la mina Piquito fue la última explotación subterránea de cobre en Galicia. Con una longitud de casi medio kilómetro, en su interior se pueden observar espectaculares formaciones de estalactitas y estalagmitas. La presencia de cobre en las aguas que atraviesan las galerías confiere a estas formaciones colores azuladas, verdosas o negras poco habituales.
Según se destaca en el folleto informativo sobre las georrutas, cabe destacar también un impresionante pozo de ventilación de más de veinte metros de altura, una caída de agua ferruginosa o las curiosas formaciones arborescentes de sulfato de hierro en las pequeñas lagunas de su interior.
Las visitas a este enclave se realizaron durante los fines de semana del 22 de julio al 1 de septiembre, para grupos de hasta diez personas mayores de 12 años.
Canteras de Toelo
En cuanto a las canteras de Toelo, la web municipal indica que la roca de allí extraída, también conocida como piedra de Moeche o serpentinita, se encuentra casi exclusivamente en este entorno.
Señala también que es un material de gran tradición histórica, ya que fue muy utilizado para uso ornamental, especialmente en el ámbito religioso. La industria siderúrgica del norte de Europa era otro de los principales destinos de esta materia prima, adonde se transportaba desde el puerto de Ferrol.
Además de la visita a las canteras, la ruta, de tres kilómetros, permite contemplar el uso del material en diversas construcciones. Este recorrido se realizó en dos ocasiones durante el pasado verano, una en julio y otra en agosto, con grupos de 25 personas.