Salinae es un centro de interpretación, dependiente de la Xunta de Galicia y gestionado por el Museo do Mar de Galicia, dedicado a la exhibición e interpretación del yacimiento arqueológico de la salina de evaporación solar romana del Areal de Vigo (Pontevedra), que por su tipología y estado de conservación puede considerarse única en todo el ámbito del imperio romano.
Los restos conservados en Salinae permiten contemplar, en 300 m2, siete cubetas completas y tres fragmentarias, dispuestas en tres alturas, construidas con un pavimento de arcilla y delimitadas por piedras hincadas, como parte d
Por la pista de acceso principal y siguiendo hacia el norte 120 metros tras el desvío al depósito grande de agua, se encuentra un cruce de pistas. Aquí llegaba el todo uno extraído en la corta, transportándose al lavadero por un plano inclinado con vagonetas de hierro sobre raíles, que se enganchaban en un cable y se manejaban desde la plataforma de enganche situada en este punto. El cielo abierto se extiende 250 metros hacia el sur de este lugar, con una anchura media de 60 metros.
Se llega por la pista de acceso principal y, a 400 metros de Barro, desviándose a la izquierda otros 170. Es de las más antiguas, construida por los ingleses a finales del s. XIX o principios del XX. Está excavada en esquistos alterados.
Se sitúa al borde de la carretera en la salida sur de Barro. Data de principios de los años 40 y en los años 70 se recreció. La pared antigua es de mampostería de esquistos, con mortero de cemento. 120 metros al oeste se halla un pequeño depósito, construido con mampostería de esquistos y mortero cemento, y recrecido recientemente.
Continuando 70 metros por la pista que conduce al depósito anterior, se llega a la bocamina del transversal del IGME, de 200 metros de largo y dirección E-O. Encaja en esquistos alterados. Cerca quedan los restos de la caseta del compresor.
Fue construido para embarcar el mineral de las minas de Vilaoudriz hasta Alemania e Inglaterra, principalmente, siendo la última parada del tren minero. Consistía en una gran viga metálica en voladizo sobre el mar, apoyada sobre tres pilares de mampostería con sillería en las esquinas, y quedando unida a tierra por un puente metálico (ahora reconstruido en madera). Los vagones basculantes descargaban el mineral sobre una vertedera y ésta, a su vez, en el barco. Tenía una longitud en tierra de 23 m y de 32 m sobre el mar.
Después de cruzar el río Deza y subir por un camino empedrado se llega a una carretera que en unos 400 metros nos lleva al balneario de Baños da Brea. Sus aguas manan a 28 ⁰C y son sulfuradas, cloruradas sódicas, bicarbonatadas y alcalinas. El origen de este manantial termal se relaciona con la intensa fracturación de la zona. En este punto se juntas varias fallas por las que surgen aguas de origen profundo, calientes por el gradiente geotérmico natural, y enriquecidas en compuestos, dado que al estar calientes tienen mayor capacidad para disolver ciertas sustancias.