Burela

Antigua iglesia parroquial de Burela que tiene en sus muros unas pinturas murales que se estima que sean de entre los siglos XVI y XVII. Como dato anecdótico indicar que su descubrimiento reciente (1973) se debió al deterioro del blanqueado con cal al que fue sometido el edificio en el siglo XIV.

Este lugar muestra un conjunto de rocas que se disponen en forma de líneas que van en todas direcciones y con un aspecto variado. Son diques de aplitas y pegmatitas, unas rocas que están en relación con los granitos que afloran en esta zona. Tanto las aplitas como las pegmatitas, son rocas que en comparación con los granitos se han enfriado más rápido y a menor profundidad, es decir del orden de los 5 a 10 kilómetros. Vulgarmente se puede indicar que las aplitas y pegmatitas son el residuo del granito, puesto que se forman como resultado de su evolución química con el paso del tiempo.

También denominado Chao do Castro, es un yacimiento arqueológico de época castrexa, (S III a II a.c.) que no se encuentra excavado y que se hizo famoso porque en él se encontró un torque de oro, el mayor que se ha encontrado en Galicia hasta el momento.

Esta moderna instalación de lavado y procesado trató durante años todo el mineral que se extraían de la mina de Monte Castelo, propiedad de ECESA, la empresa que durante décadas lideró en España el mercado del caolín. El tratamiento que recibía el material constaba de tamizado, ciclonado, decantación, filtrado, prensado, secado y envasado.

Característico de esta parte de la costa lucense es la presencia de “bolos” en el paisaje. Estas formas son habituales en aquellas rocas en las que su enfriamiento se produce en el interior de la Tierra, como es el caso de estos granitos. Los “bolos” son el resultado de una intensa erosión sobre el macizo granítico, incluso antes de que éste llegue a la superficie, porque no se debe olvidar que los granitos se forman en el interior del planeta.

En el entorno de la playa de A Marosa afloran rocas magmáticas intrusivas, es decir, materiales que sufrieron un lento enfriamiento a más de 15 kilómetros de profundidad. Son granitos de dos micas y están formados esencialmente por cuarzo, feldespato potásico, mica blanca y negra. En varias zonas de este sector costero los granitos muestran un mayor contenido en diaclasas, que son fracturas en la roca sin desplazamiento.

Desde este mirador con una excelente vista panorámica de toda la costa de Burela y de buena parte de A Mariña permite observar muy bien las diferencias morfológicas que existen entre una costa formada por rocas metamórficas y una constituida por rocas graníticas. La zona granítica (al Oeste), entre el puerto de Burela y Punta Morás, se caracteriza por ser un litoral lleno de islotes y bajos en el mar, con una pendiente muy suave y progresiva desde las montañas hasta el mar y, en general, con ausencia de importantes acantilados.

La presencia de caolinita en Burela, comercialmente denominado caolín, es conocida desde hace muchos años, un hecho que atestiguan tanto las instalaciones de la zona de Os Castros, para su tratamiento industrial, como la explotación inactiva que se puede contemplar a día de hoy en Monte Castelo. En esta mina es posible observar el contacto entre dos materiales, las cuarcitas, que constituyen la cumbre de este monte, y los granitos de dos micas. En estas últimas rocas es donde se desarrolla la mineralización de caolinita.

Este sector, que es un geosite (lugar de interés geológico a nivel internacional), es sin duda el de mayor interés de toda la ruta. En los taludes del puerto pesquero y en su continuación natural por la costa se halla un importante conjunto de pliegues de gran tamaño y en excelente estado de conservación y observación. Es una serie de anticlinales y sinclinales, desarrollados principalmente en cuarcitas, resultado de la intensa deformación que sufrieron estas rocas hace aproximadamente 350 millones de años.

En este lugar, donde antes había una playa, hay un cambio visible de rocas en las paredes del acantilado, al Oeste aparecen granitos y al Este cuarcitas. Unas cuarcitas que se formaron hace más de 520 millones de años a partir de sedimentos arenosos que estaban en el mar cuando Galicia se encontraba en el Hemisferio Sur. Mientras que los granitos son el resultado de la fusión de materiales presentes en la Corteza terrestre por un aumento en su temperatura, se sabe que este acontecimiento se produjo hace 318 millones de años.