Las instalaciones están adaptadas para personas con diversidad funcional y cuentan con una amplia superficie ajardinada en donde se sitúa el Museo Exterior, con piezas de gran tamaño que no pueden ser mostradas en el interior de los edificios. El poblado minero quedó en el olvido hasta el año 2000, cuando fue comprado a la empresa de la familia Cort por la Administración Gallega, y posteriormente fue restaurado.
Se conservan unas cuantas pilonas o torretas, destacando una visible desde el lago del antiguo hueco minero y un conjunto de otras 6 (las más próximas a Laxe) que en general mantienen su estructura. También se conservan restos de cierta importancia de la estructura de la estación tensora, situada entre dos torretas que quedan a escasa distancia.
Aún se conserva algún chalet de la empresa, que mantiene la estructura exterior. Están ubicados en la playa de Laxe y fueron construidos en torno a 1940.
Solo cabe destacar dos excavadoras de cable, de 150 toneladas, que funcionaban a 3.000 V en corriente continua. En el exterior de las oficinas, se encuentra un “jardín de maquinaria”