Valdoviño

La intensa erosión marina que afecta al macizo rocoso es sin duda la protagoniza de esta parada. El resultado ha sido la formación de una furna o cueva marina aprovechando una zona de debilidad (fractura) en las rocas de esta parte del acantilado. Pero la evolución de esta cueva marina también ha generado un “ollo”, debido al colapso del techo de la furna. En el futuro esta forma litoral se convertirá en un arco, que posteriormente desaparecerá debido a la fragilidad de estas estructuras frente a la erosión marina.

En el área de Meirás y Valdoviño existieron durante varias décadas, a comienzos del siglo pasado, más de 100 minas de arsenopirita. Un mineral que es fuente de arsénico y que era muy utilizado en Alemania como excelente insecticida. Las primeras minas surgieron precisamente aquí, mediante explotaciones subterráneas y también en superficie, y de ellas extrajeron la arsenopirita que aparecía en diferentes filones de cuarzo. Se sabe que esta arsenopirita tiene contenidos significativos tanto en oro como en plata, que son dos elementos químicos que casi siempre acompañan al arsénico.

Entre las pizarras y cuarcitas que afloran en esta zona se halla un dique de una roca mucho más clara, son aplitas, unos materiales que también aparecían en la parada de Poza dos Ourizos, por tanto, su origen y características serían las mismas. Pero con una diferencia, aquí las aplitas se disponen de forma paralela a las capas de pizarras y cuarcitas, y no perpendicularmente a ellas con sucedía en la otra parada.

Entre las rocas oscuras (pizarras) de este lugar aparece un cuerpo de materiales mucho más blancos y con una disposición paralela a la costa, son rocas subvolcánicas, es decir, rocas que se enfriaron cerca de la superficie, pero sin llegar a ella. Estos materiales se denominan aplitas y normalmente contienen microcristales de cuarzo. También es muy característico en estos materiales la presencia de una espectacular erosión alveolar, resultado de la interacción entre la sal marina y los minerales de las rocas.

La toponimia de este lugar hace referencia al puerto natural formado en la costa. Y es que existe una importante diferencia de dureza entre las rocas de este litoral. La zona de camino al faro presenta importantes acantilados, donde los materiales son más resistentes, mientras que en el entorno de la “Ermida da Virxe do Porto” las rocas son mucho más blandas y la erosión es por tanto más intensa. La mayor parte del suelo es arena, puesto que las rocas están cubiertas de dunas.

El sistema dunar de A Frouxeira es uno de los más variados y completos del noroeste peninsular, en él se diferencian hasta cinco tipos de dunas (activas, subrecientes, parabólicas, remontantes y fósiles). Sin embargo, al igual que en la práctica totalidad de los sistemas dunares de Galicia, está en clara y preocupante regresión.

A escasos metros del faro de Punta Frouxeira se halla un conjunto de superficies arenosas que forman parte del sistema dunar de A Frouxeira. Unas partículas de arena que viajaron varios cientos de metros bien desde la playa de A Frouxeira o bien desde la de Mourillá. A este tipo de dunas se les conoce con el nombre de dunas remontantes, dado que aparecen en las laderas de un monte alejado de la playa