En el pueblo de Vilameá se inicia un sendero de poco más de un kilómetro que lleva hasta el balneario de Lobios. Se puede obtener información sobre el balneario en la web https://www.caldaria.es/lobios/
Mina de wolframio de principios del siglo XX, actualmente abandonada. Presenta restos de los edificios de la mina y de las viviendas de los trabajadores así como abundantes escombreras. No es aconsejable entrar por la bocamina, ya que no presenta ningún tipo de seguridad, así como por las molestias que se pueden ocasionar a especies protegidas que habitan en la galería. Por encima de la bocamina hay una trinchera de dirección aproximada norte-sur, en la cual se pude observar la mineralización.
En la carretera de la localidad de Vilameá a la ermita del Xurés, a unos 200 metros de las últimas casas del pueblo se inicia una ruta de senderismo de menos de dos kilómetros de longitud y dificultad baja que siguiendo el río Vilameá nos permite visitar 12 molinos restaurados.
Podemos observar al mirar hacia arriba que la forma del valle es en "U". Esto nos indica que en tiempos recientes (unos miles de años) estuvo ocupado por un glaciar. Si miramos el pequeño desmonte del camino podemos ver un sedimento formado por cantos de muy diferentes tamaños, con diferentes grados de redondez, mezclados con arenas de diferentes tamaños sin ninguna organización ni estructura. Esto nos indica que fue depositado por un glaciar, ya que el hielo no tienen capacidad para clasificar ni redondear los sedimentos que deposita. Este tipo de sedimento se denomina morrena.
En la ladera de enfrente podemos ver numerosas rocas graníticas de forma vertical muy alargada, denominadas en esta comarca "picas". Si nos fijamos en los macizos graníticos vemos que el granito en esta forma se fractura en estas proporciones.
Desde este lugar tenemos vistas sobre el valle del río Caldo y sobre bastantes valles y sierras de la comarca (Sierra de Santa Eufemia, Montes do Quinxo, el embalse de Lindoso...). Se observa como el río Caldo sigue una falla de dirección casi norte-sur desde su nacimiento en Portela de Home hasta esta zona. Esta falla junto con otras de diferente dirección son las que favorecen la surgencia de aguas termales en el cercano balnearios de Lobios.
En el talud de la pista vemos como el granito no es del color gris característico, sino que tiene un tono rosa. Durante toda la subida hemos visto en el camino cantos sueltos de este granito rosa. Se trata de granito episienitizado, que ha sufrido el proceso hidrotermal explicado en la introducción geológica.
Unos metros aguas arriba del puente de la pista sobre el arroyo hay un remanso en el que se depositan arenas de grano grueso. Si observamos estas arenas (mejor con una lupa) podríamos ver en ellas pequeños granos negros. Son los minerales metálicos provenientes de la mina que al ser muy densos se sedimentan con las arenas en cuanto la corriente de agua pierde velocidad.
Al otro lado del valle, podemos ver un barranco o "corga", término muy utilizado en la sierra del Xurés. Se trata de cursos de agua cortos y de fuerte pendiente, en muchos casos de carácter intermitente. Por ellos el agua de escorrentía de precipita hacia el valle arrastrando rocas y sedimentos alguno de los cuales quedan en su cauce.
En este tramo de la ruta observamos unos grandes bolos de granito en equilibrio. En geología se denominan rocas acastilladas. La forma de estos bloques de granito, tendiendo a una forma esférica, es debido a que los granitos se forman a grandes profundidades, por lo tanto sometidos a grandes presiones. Cuando se erosionan los varios kilómetros de materiales que tienen sobre ellos los granitos se liberan de esa presión, y al hacerlo sufren una descompresión que genera fracturas ortogonales, generando trozos de roca de forma cúbica.
