Ourense

Entre el Puente Romano y el Puente del Milenio, podemos observar con claridad los granitos presentes en la zona. En este macizo granito podemos ver las fracturas (llamadas técnicamente diaclasas) por las que en lugares muy próximos a este surgen las aguas termales características de esta zona. En esta zona las aguas termales surgen en determinados puntos dentro de fracturas que tienen algunas de estas direcciones: N10⁰E, N45⁰E o N130⁰E (es decir, 10⁰ hacia el este considerando desde el norte, 45⁰ hacia el este o 130⁰ hacia el este). Estas direcciones se miden con una brújula de geólogo.

Este punto se sitúa al sur del Castro de Oira, de unos 15000 metros cuadrados. Se trata de un castro de la edad del hierro posteriormente romanizado, y claramente vinculado con la mina de Oira y posiblemente con otras minas de la zona. Utiliza parte de la mina como defensa en su lado este.

Nos encontramos en medio de una mina de oro de época romana. Los pequeños montículos que nos rodean son murias, acumulaciones de piedras de tamaño decimétrico dejadas atrás por los mineros romanos. La explotación consistía en lavar con agua los sedimentos finos de esta zona para extraer las pepitas de oro. Como en estas piedras no había oro se dejaban atrás en estas murias para transportarlas la menor distancia posible. La mina pudo llegar ocupar más de 10 hectáreas.

El Puente Romano o Ponte Vella es un puente de origen romano construido en el siglo I en un ramal de la calzada romana Vía XVIII o de Antonino, vía que iba de Braga a Astorga y que estaba muy relacionada con la minería. Este puente sufrió reparaciones y modificaciones en los siglos XIII, XIV, XVII y XIX.