El Museo de Historia Natural de la Universidad de Santiago de Compostela es un centro con fuertes potencialidades educativas y sociales, pues además de sus tareas de investigación y educación formal, centra su futuro en la divulgación científica, dando respuesta a las obligaciones que esta universidad tiene con la ciudadanía. Las nuevas instalaciones de las que dispone desde 2014 y su total renovación, lo convierten en un museo moderno, que muestra las ciencias naturales de una forma comprensible y rigurosa en un contexto como el actual, de creciente interés social por el medioambiente.

Historia

Aunque posiblemente su origen como Gabinete de Historia Natural se remonte al siglo XVIII, la documentación disponible acredita su creación en el curso 1840-1841, cuando en la Universidad de Santiago de Compostela se crea la cátedra de Historia Natural. Su patrimonio estaba constituido por colecciones botánicas, zoológicas y geológicas elaboradas por profesores y estudiantes de la universidad compostelana, así como por científicos y naturalistas, mayoritariamente gallegos. También contribuyeron a incrementar este patrimonio inicial del gabinete las compras de ejemplares diversos.
En 1906, el viejo gabinete adquiere la categoría de Museo de Historia Natural. En esta primera época como museo, las antiguas colecciones fueron reunidas en una sección denominada Museo General, que fue completándose con ejemplares de minerales, vegetales y animales pertenecientes a la Biblioteca América. En esta época es destacable la colaboración con el museo de muchos de los más ilustres científicos gallegos.
El año 1961 marca el inicio de una nueva etapa, que se extiende hasta 2011, durante la cual el museo se alojó en la Facultad de Ciencias (hoy Facultad de Química). En 1965, por acuerdo de la Facultad de Ciencias, el museo adoptó el nombre de Museo de Historia Natural “Luis Iglesias”, en reconocimiento a la labor investigadora y divulgadora de este naturalista, reputado entomólogo, que fue su director, y que durante más de 40 años contribuyó a enriquecer sus colecciones.
En 2011 el museo se traslada a un nuevo edificio, su actual emplazamiento, cedido por el consorcio de la Ciudad de Santiago, y se reabre en 2014. Comienza entonces una nueva etapa de profundos cambios, tanto en la configuración de las salas expositivas como en las actividades de docencia, investigación y divulgación científica que realiza este renovado museo.