La rasa Cantábrica

Se ha entendido siempre como una forma de origen marino y muchos textos científicos la llaman rasa de abrasión marina con el único criterio de su horizontalidad pues no está recubierta por depósitos marinos. Los únicos depósitos presentes sobre la Rasa Cantábrica son los correspondientes a los ríos cantábricos (Eo, Masma, Ouro y Landro) que pueden cubrir parcialmente la superficie de la Rasa Cantábrica. El segundo elemento a tener en cuenta es la costa acantilada que se relaciona con un proceso erosivo muy específico, la posición del nivel del mar que en el momento actual se sitúa al pie del acantilado. Sin embargo no es visible al menos ahora una rasa de abrasión sobre la roca y tampoco existen elementos como la playa de cantos que normalmente recubre la rasa de abrasión y que al ser movilizados por el mar se convierten en un elemento erosivo móvil que permite el funcionamiento del acantilado. Tampoco hay socavaciones basales que de existir indicarían que un acantilado es activo. Lo único asimilable al proceso de erosión son las furnas (cuevas), corredores y stacks que conforman una costa muy intrincada. Sin embargo basta observar la parte baja de los acantilados rocosos para ver que ahora están totalmente cubiertos por algas, mejillones, percebes, lapas y bellotas de mar (Balanus) hasta la misma base del cantil. Si la erosión marina estuviera actuando en la Playa de As Catedrais (Augas Santas) la base del acantilado rocoso debería estar limpia y pulida por la acción del agua de mar cargada de partículas en suspensión como ocurre en todos los acantilados marinos activos del Mundo.